Una vez acabadas la mantas me encargaron además forrar 5 arboles, 1 farola, 1 banco de plaza y una verja para completar la escenografía del spot.
Tantas horas tejiendo nos cansaron, no solo las manos y la lengua (no paramos de hablar) sino también los ojos, que entre lanas y polen nos picaban y se sentían secos. Esto nos llevó a descubrir las monodosis de Euphralia, una solución ideal para refrescar la vista y seguir con los ojos clavados en la labor. Así que además de la ronda de café, ofrecí una ronda de Euphralia y tanto Carmen como las Marybichus que me ayudaron en esta labor se fueron encantadas y con la vista fresca.
Como usuaria de lentillas soy muy cuidadosa con mis ojos y fan de las monodosis, esta solución me da mucha tranquilidad porque no contiene conservantes. He notado mucho la diferencia con otras soluciones y también me resultó muy útil para aclarar mis lentillas. Ya es un imprescindible en mi neceser y también en nuestro taller.
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